¿QUÉ ES UNA MUSA?
Mucho se ha dicho dentro del
misticismo de la musa, ¿qué es una musa?, mucho se ha comentado y romantizado,
¿estamos de acuerdo?
Este texto va sobre mi
percepción de una musa. Debo advertir que, si no estás familiarizado con el
horror cósmico o lo lovecraftiano, lo más seguro es que sentirás repulsión ante
esto.
Para continuar, debemos hacer la
distinción entre terror y horror cósmico, siendo el primero aquello
espeluznante, pero en un plano terrenal, desde personas atacando
irracionalmente, lo paranormal, incluso, lo diabólico, pero es todo aquello
aterrorizante de lo que puedes escapar, resguardarte o confrontar, vamos, lo
que da miedo a la primera de cambio y va escalando, aunque sigue siendo
terrenal; lo segundo, es acá donde tu papel dentro del universo (hablando de
humanidad) es insignificante, no interesas, no importas, es desalentador y
jamás podrás salvarte, no hay manera de librarla, es todo aquello que sobrepasa
tu capacidad de razonamiento hasta caer en la locura por intentar, siquiera,
darle nombre a lo que estás viviendo, acá, no sólo son monstruos inefables, por
ejemplo, si nuestra luna se desprende o cae en la Tierra, ¿qué harás?, no hay
nada, nos convertiremos en nada y para el universo nunca existimos y nunca
importamos. ¿Se entiende?
Por último, hacer la distinción
entre horror cósmico y lo lovecraftiano... si lo ya explicado es todo aquello
fuera de nuestra comprensión humana y marca nuestro papel insignificante dentro
de la creación como también del universo, lo lovecraftiano va por ese camino,
dejando en claro que no todo el horror cósmico es lovecraftiano y viceversa.
¿Cómo distinguirlo? No porque haya tentáculos, cientos de ojos y dimensiones
intergalácticas, significa que es lo mismo, vamos, no todos los fuegos son el
mismo fuego.
Para que algo sea lovecraftiano
(vamos a lo simple) se requieren de ciertos aspectos a cumplir, entre ellos, es
una perspectiva de misterio, objetos ancestrales, religiones primigenias,
rituales arcanos, invocaciones a lo desconocido, comicidad (en ciertos casos),
además, es algo que la ciencia logra reconocer, pero no logra explicar; idiomas
imposibles para el ser humano, sensaciones ajenas a la forma de nuestro cuerpo.
En el horror cósmico se tinta de lo incomprensible, tal vez, ungidos en la más
profunda locura y desesperación, se logre divisar un destello de razón dentro
del abismo ruidoso y desalentador de aquello que no debe ser explicado, es más,
nuestro Dios, el Dios hebreo, ese dios Abrahámico, está en los niveles más
bajos de la escala del horror cósmico.
Teniendo esto claro, en lo más,
continuamos.
Desde infante, después de leer
sobre mitología griega, saber que "existieron" seres con la capacidad
de metamorfosearse, ser invisibles para mirarte sin que te des cuenta, más la
idea de que Dios todo lo observa, incluso, cuando estás en el baño, fue
generando en mí la creencia de que algo está ahí, a veces en los espejos, en
los reflejos, en el sonido, que algo podría estar ahí esperando a ser invocado;
en ese mismo trayecto, las Musas griegas no estaban exentas de esas
características: seres que podrían ser invocados para espiarte...
Una cosa fue llegando a la otra,
intentando dar cierta comprensión, ¿cómo saber si una musa está? ¿Cómo saber
las intenciones de una musa? Sabemos que reconocen y dominan la lengua del
pensamiento, mensajes sin palabras, dictando sus deseos. Dicen que las musas
son mujeres, en la mayoría de las veces, personas hermosas que inspiran, por
así decirlo, pero ¿lo son? ¿O sólo son personas como tú y como yo? ¿Y si una
musa no es eso? ¿Qué es una musa?
Una musa, desde mis plumas, es
un ser que debe ser invocado por medio de un ritual a nivel de un milagro,
refiriéndome a que es una experiencia propia, un acto íntimo, inexplicable,
pero uno lo siente y vive de manera personal, un ritual, un verdadero ritual
(olvida velas, pentagramas y esas cosas), un ritual en su esencia, incluso, se
tiene un sacrificio (acto para darle presencia sacra a algo), sea por el
tiempo, la palabra o el pensamiento... un ser carente de una forma clara, no
habla una lengua humana, que va más allá de la comprensión y la razón,
controlando, creando un dominio sobre la persona que realiza el ritual. Una
musa no es un ser hermoso, al menos, no como lo expresan con cierta estética
(dependiendo lugar, época y moralidad)... le invocas, algo pasa, llega a ti y
comienza con el tamaño de un pequeño ratón, su voz lo denota; se mantiene en la
oscuridad, en rinconcitos oscuros de donde estés y te exige no mirarla; por
alguna razón que no lo logro entender, habla contigo, su voz vibra en tu cráneo,
taladrando tu paciencia con esa voz gutural, como si el sonido fuera un lagarto
arrastrándose con suma dificultad, babeando, chasqueando de vez en vez…
perfumando el ambiente con un aroma ácido que
pica en la piel; la musa te dará ideas
fascinantes, pedirá le
alimentes con carne fresca, aunque, con ello, irá
creciendo de tamaño, también su voz, atormentándote. Cada vez tendrás más oscuridad para que la musa
pueda crecer sin ser molestada. Por más que
intentes escapar, no lo permitirá, no
podrás escapar de su voz y de esos
apéndices rugosos como látigos quemando poco a poco tu piel, arrastrándote,
golpeándote, exigiendo tu atención... te esclaviza, restregándote con esa voz,
mezcla gutural y salivante: "me invocaste, eres mi siervo".
Cuando se harte de ti, se irá
sin decir o hacer algo, sólo se irá dejándote secuelas en tu salud, como si
fueras un cascaron viviente, drenado de esperanza, al menos, eso te dice,
mostrándote ejemplos, a esas personas antes de ti, breves infiernos como advertencia.
Una musa es un ser que invocas sin tener en cuenta el costo, le entregas tu
alma a algo que sólo busca alimentarse, egoísta, destruyéndote poco a poco a
cambio de “inspiración”,
envenenándote con su voz reptante y
ponzoñosa; le fascina que "el
huésped", tú, el creativo, el creador, el artista… hable de ella, la expongan, la mencionen.
Dice alimentarse de los sueños de
quienes logren imaginarla. No se sabe de dónde
vienen, se desconoce su propósito,
pero no puedes escapar de su voluntad y te obligará a que otros la sueñen, drenándoles parte de su vida, te pide
lo hagas o en verdad te torturará. Lo
lamento, ella me obligó a esto,
estoy cansado, lo lamento mucho.
Imagen: @xxLONGOLONGOxx |
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