AMOR CALCINANTE (poema)
Me devora tu presencia
eres fuego
deseando arropes mi cuerpo
te pienso en la miel de mi boca
mezclada con la tuya
deleite, observarte,
posando mis ojos sobre tu
cuerpo,
desnudándote
trazando una línea
de tu boca a tu boca
mientras te observo
me devora tu presencia
en un amor calcinante
tu cuerpo es el universo
es lunas, mares de galaxias,
mieles y aromas cósmicos,
abismos sin tiempo...
en tu boca nacen estrellas,
las observo derramarse
sobre tu piel,
te imagino, fantaseo,
necesidad mía de buscarlas
caricias, un bosque oscuro,
encontrándonos a besos
a ojos cerrados
explorando las líneas trazadas
aquellas, cuando te observo
deleitándome
navegando por tu piel
en tu cuerpo universo
sintiendo en la boca, en las
manos, en mí,
tu nombre penetrando por mi
garganta
llegando a mi pecho
y, ahí, estallas y emerges
tomando mi corazón
ardiendo a tu mano,
observándote...
esperando de ti la palabra
bendita
abriendo la puerta
al caos primigenio
liberando al eros
y ser tu oscuridad y yo tu
noche,
sucumbir a nuestra luz, ser día
sin relojes
unirme al universo, tú
cazar estrellas de tu boca
vivir los relámpagos en mis
labios
besando tu boca,
renacer, tantas veces,
mil veces, más, todas,
en tu placer de placeres,
ser miel, volvernos néctar,
comer de la misma fruta
ante nuestras manos
encontrándonos
suaves y deleitantes trémolos
amantes
ante ojos cerrados
y ser un beso fruta,
granada de mil orgasmos,
mordiéndonos, disfrutando la
eternidad
al devorarnos frutalmente
hilándonos en su sabor,
néctar a cada mordida,
tragando, disfrutándonos
tu amor calcinante
beberlo, beber juntos
promesa de amor
más allá del último agujero
negro
entregándose al silencio
rendirme a tus jadeos
madragóricos
a tonos de lavanda, jazmines y
vainilla
escuchar atentamente cada
palabra
que tu cuerpo profesa
en la delicada respiración
donde muerdes mi piel a tu
mirada,
serpiente, reina de serpientes,
escuchándote, inundándome de ti
beberte cada suspiro,
adentrarme como un río
buscándote mar, torrentoso,
paciencia urgente
por adentrarme en ti
en el misterio cósmico de tu
cuerpo,
universo en gracia, lo divino,
estallar entre los soles y tus
lunas
sentir galaxias,
aquellas galaxias filtrarse a mí
en la resonancia amorosa
que tu cuerpo me abruma de tus
placeres
donde las palabras me abandonan
y las lenguas imperan en sonidos
líquidos
tu amor calcinante embriaga,
uniéndome a ti, ser un fuego,
tuyo,
único fuego, sagrado, celestial,
fuego lamiendo nuestras ropas
a cenizas y, de ellas,
dibujarnos sobre la piel mapas
a explorarnos
tantas y tantas veces
como grandas en nuestra boca
siendo un beso tan eterno
como la fuerza cósmica de un
suspiro...
Me devora tu presencia
eres fuego, te observo
en todas las formas exquisitas y
celestiales
mientras tu amor calcinante
se entrelaza a lo eterno
ante mi amor calcinante,
nuestro.
Fotografía Anya Taylor-Joy, 2020 |
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