MUJER (poema)

Mujer, tú...

 

a ti que te condenan día a día con el pecado de la perfección, no hay momento en el cual te brinden la compasión de descansar, respirar de un mundo que te exige ser perfecta; tú, bendita, una santa, una diabla, tú, mujer, de tantos nombres, de tantas figuras, de tantas maneras, te condenan al abismo de la perfección como si fuera un pecado nacer mujer y por ser mujer se te clama más allá de nacer porque dictan que debes ser perfecta, perfecto tu cabello, el rostro, la voz, la gracia de tus manos, el andar de tus pasos, perfecta debe ser tu ropa, amistades, compañía, perfecta debes ser porque de no serlo no podrás ser mujer, incluso, tus pensamientos deben ser perfectos porque de una mujer es la perfección y así está dictado por algo, por alguien; nada de ti se libra de la condena del día a día a la perfección. Eres tú, mujer, muger, como gustes escribirte, como te cante hacerlo, como hayas nacido, tú, eres un milagro, tú, existes y transformas cada segundo a tu alrededor, naciste con el poder de las diosas y el caos primigenio pulsando en tu interior, tú, mujer, llena de gracia, llena de poder, naciste empoderada, nadie es digno de decirte que deben empoderarte; una serpiente no necesita le digan que puede ser letal, hermosa, salvaje, libre, la serpiente es serpiente, maravillosa en sí misma por nacer serpiente. Tú, mujer, un milagro en sí misma, reflejo fehaciente de que existen dioses observando la creación y la destrucción entre suspiros incomprensibles para todos nuestros pensamientos porque eres, tú, mujer, su imagen y semejanza; así naciste, naciste, mujer, naciste para mandar al olvido aquello y aquellos que claman la perfección porque no la conocen, no saben qué es y te exigen seas perfecta, su idea de "perfecta" porque se jactan orgullosos y ufanos de su ignorancia señalándote que debes ser perfecta de vida, de sueños, de palabra, de vestimenta; te encadenan, condenan y aprisionan con la idea de esa perfección, de no tener esa perfección no eres digna, dicen, no mereces respeto, no tienes poder, dicen, no eres mujer. Que se metan su perfección por el orto. Mujer, eres un milagro, respira, el mundo es tuyo, naciste para que el mundo sea tuyo, descansa, ya es de ti el todo, eres un milagro, no te olvides de ti, mujer, transformas tu alrededor; que los demás hagan su burda idea de perfección carcelaria, la respiren, se atraganten el hocico con ello, no los necesitas, eres mujer, decidiendo, renunciando, cambiando, aceptando, reafirmando, comprendiendo, viviendo a ser mujer, mujer, milagro entre milagros, tú, mujer, siendo mujer sin el pecado de esa perfección veneno, lacerante, inquisidora y lictor... no la necesitas, eres mujer.

 

@cuervocaos



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