Rezo a lo prohibido (#Pielverso)

Tu mirada

envuelta en esa sonrisa de serpiente,

me dice: "ven..."

 

procesión en silencio

guardando tu nombre en mis labios.

 

Tu boca me recibe,

mi boca cae en tu boca:

rezamos a lo prohibido.

 

Escucho, en el silencio oscuro,

de ese beso, nuestro beso,

el vibrar del cántico

de tu luna carmesí

emprendiendo la danza

de fuego y veneno,

llamándome, diciendo mi nombre

en aquella lengua de amantes...

 

Tu boca, tus manos,

tu respiración...

toman la voz de tu corazón

y me permites ser salvaje

en la selva de tu cuerpo,

abres la puerta

al jardín violento de placeres

          y de frutos:

me das la bienvenida a ti...

 

En la boca

una luna carmesí

diluyéndome la voz

cayendo en ti

al ritmo del néctar

que he bebido de tu cuerpo.

 

Sintiendo en mi lengua

cada respiración tuya,

palabra, pensamiento...

sabes dulce y peligroso,

veneno del cual busco caer.

 

Ahogarme en tus sabores,

tragar cada gota de tu voz,

                            disfrutarte...

 

placer, deleite mío

al ser abrasado por tus movimientos

incitados por mi lengua

y abrazado por tus manos

intentando descarnarme la respiración.

 

Recorrer tu selva indómita:

tierras y dunas, ríos...

 

deseo de hundirme

en tu interior volcánico...

navegar, beberte, inundarme,

arrecifes y mares de tu cuerpo;

explorar a besos, a lengua viva,

sentir mi piel siendo tu piel, viceversa.

 

Ahogarnos en un beso

un beso profano

que nos arrebata del día

y, en el beso,

devorarnos el tiempo, arder juntos

dando pasos a ciegas

rumbo a esa hoguera

esperándonos paciente

mientras nos observa...

 

Nuestras prendas se diluyen

en las lenguas de las flamas

provocándonos las cenizas,

somos cuerpos enredados en fuego,

nos tenemos, rezamos a besos mojados

el credo de los amantes

abriendo el portal de portales al caos.

 

El amor planta dentro de nosotros

una semilla compartida,

el caos se reconoce así mismo

estando, nosotros,

sofocados por besos desnudos

y rendimos culto al destino,

lo imploramos, exigimos placer del todo.

 

Palabras mojadas, canto de amantes,

lengua única en armonía

con las vibraciones de nuestra piel,

pulsar violento de nuestros pechos

ardiendo en el aire

evaporándonos en cada beso...

 

Estas manos, estos brazos,

cuerdas atando tu cuerpo,

disponiéndolo a mi boca, nuevamente,

volviendo a beber de ti,

saciar mi sed de tu voz vuelta líquido

donde cantas sin palabras.

 

La danza de tus manos y piernas,

serpientes buscando los cielos,

danzando desesperadamente

al ritmo de tu respiración fuego...

 

te observo, deliciosamente, te observo.

 

Rompes la melodía de los jadeos

y de los gemidos...

exiges de mí todo,

esa mirada de amor salvaje

penetra mi cuerpo,

voy a ti, cayendo en ti

como una noche

sobre tierra mojada y perfumada.

 

El interior volcánico de tu luna

abraza mi cuerpo, lo recibe,

penetro en él,

caigo en tu abismo de fuego y lava,

unión de amante, única lengua,

semilla del caos

emergiendo de nuestra carne.

 

En la boca sentimos el sabor del otro,

cuerpos desintegrándose

la respiración nos abandona

y nos tenemos,

somos una estrella consumiéndose

entre placeres, jadeos, gemidos,

cayendo juntos a la locura del caos...

 

Nos tenemos, cantamos juntos

la canción de los placeres...

promesa de amantes,

sucumbiendo a la semilla del caos

que ha brotado de nosotros

y nos doblegamos

al frenesí de quererlo todo.

 

Único fruto de la semilla del caos

cayendo sobre nuestras bocas,

lo mordemos desesperadamente,

su néctar nos arropa

los cuerpos desnudos

y es un fuego exquisito,

sabor de ti y de mí,

del amor y de la muerte...

 

Estallamos ferozmente

mientras nuestros cuerpos

toman su forma

y, por un instante, nos abrazamos

con la fuerza restante

para nos irnos,

tenernos, no soltarnos

y mantenernos unidos

en el credo amante.

 

Sentimos el fuego, el veneno,

lo invocado... diluirse suavemente

como un cielo suspirando

después de tormenta;

observarnos desnudos,

aún temblorosos,

reconociéndonos, nuevamente,

regresados a la vida

resucitados del orgasmo.

 

Tus manos serpiente, ahora suaves,

buscan refugio en mi rostro,

en mis brazos, en mi cuerpo

y es mi cuerpo

quien se abre en un templo

para tenernos, respirar,

dialogar en silencio

mientras sentimos el perfume amoroso

que hemos destilado

  en nombre del amor,

de la muerte y del caos.



DESCARGA EL LIBRO DE FORMA SEGURA Y GRATIS, AQUÍ

 

Luis Antonio González Silva (@cuervocaos)

PIELVERSO, 2024

#Poesía #Pielverso #PoesíaArcana #Verserkers

Imagen “Autor Desconocido”


Autor Desconocido


Comentarios

Entradas populares