PAISAJE LIMINAL (#Pielverso)
I
Embriagados por la liminalidad
de estos cuerpos entregados
a la blasfemia del beso
provocándonos lo salvaje,
retenerlo, no dejarlo salir, aún,
escucharle rugir en su prisión
mientras seguimos convocados al beso.
II
Hundir mi voz en ti,
escuchar, atentamente, tu cuerpo,
vibrando entre sábanas
que ahora me hablan de ti
como también lo hace mi lengua
después de saberte dentro ti
arropada por tu voz vuelta néctar...
III
Mitad humana:
carne, sangre, huesos...
Mitad cosmos:
jadeos, gemidos, mirada indómita.
IV
Tú, desprendiéndote de esta realidad,
de tu cuerpo, de tu nombre,
penetrando mi pecho con tus manos
desprendiéndome junto a ti,
a tu mandato.
V
En la boca, en mi lengua,
el sabor de voz
té dulce con limón,
impregnando mi piel
con el aroma de piña, naranjas,
tragando tu voz a miel
entre cerezas y manzanas...
VI
Miel, esa miel de ti,
desbordándose por mi boca,
atando mi lengua a tu sabor,
siéndote vibrar sobre las sábanas
como un panal violento
y, es mi lengua,
acolito de tu respiración
buscándote semillas de placer.
VII
El paisaje liminal se rompe,
cae a pedazos
nuestros cuerpos desnudos
también se rompen como espejos
de una realidad ardiendo...
liberamos a eso salvaje
nacido de colisiones cósmicas
entre el misterio de la belleza
y el silencio de la destrucción.
VIII
Nuestros cuerpos desnudos,
unidos, ungidos en placeres y vibraciones,
el puente al corazón cósmico del caos
llamando al amor y venga a nosotros,
cantamos entre jadeos, entre gemidos...
IX
Hazme (dices) sentir la poesía,
haz que grite poesía
hazme gemir todo lo que la poesía
ha
escrito de los amantes...
hazme vibrar y llenarme de poesía
hasta el orgasmo. Dices.
X
El amor llega, convocado
por nuestros cuerpos
sobre las sábanas
y nos vamos con él,
liberando nuestro espíritu
entrelazándose, siendo una cadena
envolviendo los brazos del amor.
XI
...de tantas formas,
en tantas posiciones
sobre las sombras y las luces;
permitimos el placer
embriagarnos a la locura
vibrando en cuerpo
perfumando las sábanas,
jadeando, rasgando el aire...
XII
Orgasmo violento,
vibrante, llenándonos de vida,
sometiendo nuestras voces
a un cántico prohibido...
largo como un por-siempre,
tan placentero,
del tamaño de un suspiro.
XIII
...y ese suspiro
se contrae, se convierte en semilla,
abriéndose delicadamente
entre las sábanas,
emergemos de ella, poco a poco,
tomamos forma y nos abrazamos
encontrándonos después del orgasmo.
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Luis Antonio González Silva (@cuervocaos)
PIELVERSO, 2024
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Imagen “Autor Desconocido”
Imagen: Anya Taylor-Joy, 2024. Autor desconocido. |
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