EVANGELIO DEL AMOR (#PoesíaArcana)
I - ENCARNACIÓN
El amor,
origen de la única lengua
que diluye
los secretos
y coloca en
los labios de los amantes
la pulsión
sobre las aguas en tempestad
...y llegas
tú
porque antes
fuiste poema
y un poema
debe ser descifrado,
te
encarnaste de la palabra
con el amor
en tus manos,
manos que
dan de beber de ti
ahogándome
estertor
sagrado, dulce,
bebiéndote,
siento mis
labios mojados
a néctar de
la esencia
de la
granada
estallándome
a ojos
cerrados
desbordando
todas mis palabras,
todos esos
poemas arcanos,
cada letra
incendiada
mezclándose
con tu saliva
respiro
nos
observamos
desde los
ojos del amor
y me invitas
a ti
con esa
mirada serpiente
se tejen los
hilos del gran sueño
para ser
rotos
en la
ascética celebración
de tu boca
en mi boca
mordiendo mi
alma
provocando
que mi carne vibre
descifro,
tú, poema
el amor es
testigo
de mí como
penitente
ante el
desvelo de tus placeres
soñando el
sueño,
delirio mío
de comer del
fruto que sólo tu cuerpo
puede
encarnar desde la palabra
sin aliento
ante el
dulce gemido
concibiéndome
en tu voz
...y, tú,
arribas
a mi
desierto
ante la
santa voluntad del amor
dándome de
beber de tus manos
cayendo en
el hechizo
incendiándome
en fuego que no quema,
pero
comienza a lamerme la voz
sintiéndolo
atar mi garganta
mientras tu
boca
sigue
mordiéndome el alma
deletreándome
tu nombre
a caligrafía
arabesca, sinuosa
respiro sin
aliento
abrasado a
la atrición de mis días,
donde estoy
buscándote en todo,
en
canciones, poemas, tinta,
dentro de la
danza de relojes
llenándome
de arena
en espera
desde hace
eones
de tu
llegada
y, ahora,
ante mí
sigo
buscándote
encontrándote
en todo
a merced de
tu boca.
II - DEVOCIÓN
Permites
adentrarme
en tu
respiración
invocamos,
juntos
ese leve
jadeo en nombre del amor
manos como
sombras
buscándote
entre las dunas
de tu
figura, buscando tu selva,
perderse en
tus mares
milagro
placentero
derramándonos
la boca
susurro
prohibido
aventurándose
debajo de nuestra piel
y siento tus
manos
tomar mi
calavera
caricia
eléctrica
donde
entrego mi nombre a ti
convertirme,
nuevamente,
en tu
perverso penitente
al designio
de tus placeres
convertirnos
en un cerezo
el viento
del amor llega
como llega
la primavera
desflorándonos
de prendas
y, tú,
expuesta ante mí
serpiente
entre las ramas
observándome
con los ojos
del amor
permitiéndome
a tu venía
desplazar mi
cuerpo
sobre tu
bendita piel
regocijando
mis sentidos
perdiéndolos
en la
profundidad
del canto de
tu respiración
que me
muerde
en virtuosa
sensación
al escuchar
el fruto bendito
nacido de
los infiernos
que me
llama, dice mi nombre
adentrándome
a tu piel
cayendo por
tu cuello
en procesión
de mis labios
sin temor a
la oscuridad
tomando tu
perfume
al tacto de
mi lengua
rezo a tus
misterios
milagro
placentero
llenándome
los pensamientos
de palabras
que sólo un perverso
puede
escribir sobre tan delicada piel
dominado por
el deseo,
tú, mi
delirio, poema encarnado
ante mí
descifrándote
los fuegos
entre tu
veneno de serpiente
embriagándome
feligrés de
tu cuerpo
las dunas
del tiempo
bordeo en
letanía de mi boca
mojándote la
piel
a rezo
arcano en el transitar
del valle de
tus senos
y siento
respirar la muerte
que me
invita a vivir
sintiendo
que el amor
me observa
desde tus ojos
clamores de
versos carmesí
como vendas
granates
atándome a
tu cuerpo
disfrutando
mi andar
de boca,
lengua, de mis manos
regocijándome
ante la luz
de tu respiración
penetrando
mi alma
que has
mordido, deliciosamente
tú, símbolo
encarnado
de mis
devociones y deseos
en un poema
que anda
descifrándote,
mi lugar, mi
santuario
ante las
bestias del olvido,
tú, mi
templo
ante mi
deseo irrefrenable
mis clamores
encuentran
respuesta en ti
procesión
penitente
en la
oscuridad de mi boca
ungiendo tu
piel
con mis
palabras mojadas
hilándote en
hilos de saliva
versículos
paganos
que repito
hasta el éxtasis
mordiendo tu
nombre
desesperadamente
devoción por
tu placer
regresar a
tu huerto
comer de tu
fruto
anhelándolo
justo ahora
mientras
desciendo
por tu
cuerpo
como lo
hacen los ríos embravecidos
buscando su
mar.
III - PROFANACIÓN
Rezo a
perfume de tu calor
desprendiéndose
como lo
hacen los cirios
a la danza
de la flama,
flama que
ahora arde en mi lengua
y te respiro
impregnándome
de ti
tu cuerpo
que nació de la palabra
convertida
en poema
descifrándote
ante el
llamado de tu fruto
granada
palpitante
recitando mi
nombre
buscando
perderme
diluyendo la
blasfemia del tiempo
por la
consagración
de tu
respiración
tus manos
llegan a mí
como
sacerdotisas
invitándome
mostrando la
puerta
a tu huerto
perfumado
mi lengua
acaricia
el borde de
la cerradura
mojas mi
respiración
sacerdotisas
danzan
ante el
umbral
del aljibe
sagrado
donde yace
el fruto bendito
de los
infiernos del cosmos
llamándome
tu puerta
cae
ante mis
rezos,
tus piernas
columnas de mármol
inundándome
en caricias
a mi rostro
penitente
en el
desvelo de tus placeres
recito tu
nombre
en mis
silencios
mojándome la
lengua
con los
néctares de la salvación
que me das
de beber,
mezclando mi
voz
llenándome
la garganta
y mi lengua
en pecado
a tu boca
incorrupta
aljibe que
profano
encuentro mi
nombre
en tu
vibrante fruto
inundándote
en gemidos
regocijando
mi lengua
ante lo
sagrado que diluyo
profanándote
en ritual
arcano
desgrano lo
dulce de tu fruto
comiendo
cada semilla
estallando
en mi boca
descifrándote
en la lectura
de tus
versos, juegos, espasmos
mi boca fue
desierto
cubierta de
las arenas de tiempos
ahora llega
tu cuerpo
que me
entregas
y crece un
oasis
con el suave
sabor a veneno
de ti como
serpiente
mordiéndome
la voz
mientras
abrevo mi deseo
bebiéndote...
jardín y
huerto de relámpagos
atando mi
lengua
a tu
respiración jadeante
disolviéndome
y endureciendo mi carne
los
pensamientos
se oscurecen
en oscuras intenciones
la poesía
arde en mi lengua
tomando tus
columnas
entre mis
manos
con la rabia
del deseo,
necesito
todo de ti
lamer hasta
la última gota de tu aljibe
en suculenta
compunción de mi alma
penando en
días y sus noches
con sus
noches ardiendo al pensarte
en mi carne
por desear
respirarte
como ahora
estoy
rezando a
lengua
tomando el
néctar
y
convertirlo en licor
mezclándose
con mi aliento mojado
como salmo
de amor
sólo escrito
por los amantes
que se han
entregado a la única lengua
que diluye
los secretos
y nos hace
andar
sobre las
aguas siniestras
entre
tempestades y relojes ciegos.
IV - FUSIÓN
La oscuridad
nos envuelve
pronuncias
mi nombre
regreso a tu
boca
con el
elixir mezclado
de mi
saliva, tu néctar
la pulsión
del amor
convertida
en licor
para
verterlo en tu boca
en un beso
que abre la
oscuridad
mi cuerpo
caen sobre
tu cuerpo
tus manos,
mis manos
en pacto
fáustico
vibra la
firma nuestra
tomándonos
latiendo en
salvaje sangre
envueltos
sin tiempo
sin flores
sobre el cerezo
tu cuerpo
serpiente
desprende su
pie
ante las
plumas de este cuervo
nos
entregamos
sientes la
dureza
palpitando
desesperadamente
al sentir la
humedad prohibida
emanada de
tu aljibe
que mi
lengua a tomado
los hilos
del sueño
se han roto
comunión
arcana
suma de
todos los pecados
arremolinándonos
el pecho
ascética
celebración
carne,
espíritus, abriéndose
a nuestras
almas
permitiéndose
besarse
convirtiéndonos
en un cuerpo
fervoroso
de tres: tú,
yo, el amor.
Vuelve a
nosotros
somos
archicofradía del caos
entre
caricias de manos ciegas
ante este
beso
que nos
comulga al corazón del cosmos,
perturbamos
la tranquilidad
del lago del
tiempo
y nos
entregamos
a la lengua
primordial de los amantes
te observas
en mis ojos
ese instante
silencio
penetro tu
cuerpo
la voz se
apaga
tu mirada,
se abr
me penetra
mordiéndome
el alma
con la furia
de ti
serpiente,
mi deseo
las palabras
se disuelven
dentro de ti
profundamente,
castigamos
al pecado,
libres de
amarguras
de las
noches
y de los
días en desvelos,
nosotros,
dos cuerpos
dando cuerpo
al amor
en lujoso
aposento
de nuestra
carne
palpitando
en lo glorioso
de tenernos
la miel de
encuentro
se siente
derramarse
por nuestros
muslos
es cálida,
fluye,
el beso es
íntimo,
torpe,
salvaje
ansías
insanas
nos cubren
deliramos
el milagro
del amor
nos encarna
y es testigo
de nosotros
piernas y
brazos
serpiente y
cuervo
dominándonos
en gracia
placentera
relatándonos
este encuentro
y todos los
encuentros
entre hilos
rotos del tiempo
que nos
ataban al gran sueño
nos atamos
en hilos
carmesí
ungidos de
amor
mezclándonos
en mares,
tormentas y
plegarias
exudamos
respiraciones
nuestra
carne mengua,
el canto del
orgasmo
se hace
presente
recorriéndonos
los cuerpos
que andan
entrando
mordiéndose
entrando,
saliendo
desplazando
sombras
encendemos
la flama
del aceite
que el amor
nos ha
colocado
gargantas
que estuvieron secas
durante
lunas
hasta
encontrarnos
ahora
florecen
en gemidos y
frutos salivantes
jadeamos el
credo bendito
nos
contorsionamos
al designio
del amor,
arribas, sus
abajos,
vamos de
pie,
arrodillados
en cada
posición
gemimos amor
cuna de
todas las bendiciones
de todos los
salmos
de toda la
gloria
desprendes
ese perfume
al calor de
movernos
separando el
pecado
velando por
nuestros corazones
que ahora se
claman
en éxtasis
santificado
sea el amor...
lo cantamos
a ritmo de
sudores
saliva,
gemidos
jadeando
aire
ante la
cruzada de la carne
tú, mi
delirio,
poema que
tomo forma
del reino de
mis reinos
entre
hermosos paisajes
que reflejan
mi vulnerabilidad
comunión
arcana
amantes en
su lengua
cuerpos
calientes
sedientos
arrancándonos
los silencios
en óleos
amantes
aquí, ahora
entre
almohadas
sobre estas
sábanas
que ahora se
perfuman...
la muerte
trae de la
mano al orgasmo
se ponen a
danzar
observándonos
y se filtra
en uno
se hacen una
entidad
sonriente
que nos
penetra
entre flamas
nos alza la
mirada
en suplicio
lujurioso
para
volvernos a observar
en ese
momento
todo se
desquebraja
la realidad,
el tiempo, la muerte
y, en
estrepitoso gemido sordo
el orgasmo
nos convierte en cenizas
nuestras
almas se liberan
encontrándose
ahí,
nosotros
incorpóreos
e inescrutables
besándonos
mientras el
amor
nos da forma
en dos
cuerpos
entre las
cenizas
nuestras
almas
regresan
sin dejar de
besarse
sagrado
pecado concebido
la luz se
hace
retirando tu
mordida de serpiente
de este
cuervo
que anda
enamorado
soñando con
las aguas
de tu aljibe
sagrado,
que las
busca siempre,
regresar mil
veces mil a ti
envueltos
por la luz silenciosa,
mirándonos
después de
resucitar
entre las
manos del amor,
tú, poema
encarnado
descifrándote
en cada beso.
V - RESURRECCIÓN
Me ocurres,
sucedes en mí
nuestras
manos
unidas
en rezo
arcano
a cuerpos
desnudos
de dudas,
temores y tiempo
sucedes
dentro de mí
dentro de ti
hemos
resucitado
en nombre
del amor,
santificado
sea
nos
observamos
a caricias
suaves
como
reconociéndonos
por primera
vez
bañados en
perfumes
nuestra boca
a sabores
mezclados
nuestra
carne
lacerada de
amor
abierta, aun
derramándose
sobre las
sábanas
el amor toma
de la mano
a la muerte
se retiran
satisfechos
somos
milagro
aún con los
cuerpos
en trémolos
tímidos
anudados
como un rosario
en los
placeres que nos hemos destilado
después que
el amor
tañó sobre
nuestra carne su melodía
a plegarias
al caos
tú, poema en
carne
son esa
sonrisa serpiente
ante tu
cuervo penitente
al desvelo
de tus placeres
sobrecogidos
por el manto
de la
entrega y la confianza
comulgando
crepúsculos
noches y
albas, juntos
heridas
sanadas
manos
piadosas
comunión
divina
nosotros
el amor
habla en nosotros
somos su
lengua
amantes
incorruptos
alejados del
gran sueño
ante el
desvelo
hermoso y
divino
que el amor
a colocado
debajo de
nuestros párpados
sembrando
semillas de momentos
en lo que
antes fue desiertos
ahora crecen
selvas
luz y sombra
somos
tú, poema
vuelto carne
ante mí,
sediento, siempre
por
descifrarte.
VI -
PEREGRINACIÓN
Aflicción de
mi cuerpo
al separarme
de tu cuerpo,
pero el día
así lo canta
estamos en
sínodo
dentro de
esta lejanía
mis
palabras, mis pasos
acto en
contrición
disolviéndome
en la esperanza
regresar,
siempre, a ti
andando
entre relojes,
calles,
rostros
mientras
andas en tus senderos,
rostros y
relojes...
compunción
de mi alma
penando en
mi carne
por estar
dentro de ti
en amor
haciéndote el universo.
VII -
COMUNIÓN
Me sucedes,
tú, en amor
que ha
puesto su lengua
en nosotros
tú, que te
has encarnado en poema,
ocurres, me
sucedes más allá de todo
regreso a ti
a rezar,
juntos,
este
evangelio de amor
donde dos
cuerpos
son un
cuerpo
donde todo
nos sucede
y todo nos
espera
hambrientos
de volver a
beber
amor de sus
manos
en santa
concupiscente
trinidad
amorosa.
Autor: Luis Antonio González Silva (@cuervocaos)
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Imagen: Autor desconocido |
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