El libro prohibido de las caricias

Acarician sus cuerpos

como si jugaran una ouija

 

se acarician con los dedos

como si jugaran ajedrez

 

se acarician con símbolos mágicos

sobre todo el cuerpo

 

se acarician, solo con dos dedos,

se acarician como si trazaran

círculos de invocación sobre la piel

 

se acarician

como si intentarán despertar

a los dioses antiguos

 

se acarician

como si llamaran demonios en la oscuridad

 

se acarician el cuerpo

como dioses colgando estrellas

 

se acarician

como si estuvieran preparando veneno

de mandrágoras,

con esa perversidad

y delicadeza a luz de velas

 

se acarician

como si tuvieran en la lengua

y en las manos serpientes

 

se acarician

como si fueran agua filtrándose

por sus cuerpos

 

se acarician

como si alimentaran el corazón

de una fogata

en lo profundo de los secretos.