TE NECESITO
¿Cómo saber si
te necesito si siempre estás aquí, amor mío? No quiero amarte, no quiero
quererte con rabia y defenderte de todo porque no eres inútil.
¿Cómo saber si
te necesito, amor mío? Sé que necesito mis pulmones para respirar, mi sangre
para vivir y un corazón que me da el ritmo de vida; los necesito, como necesito
un cigarrillo antes de dormir y una copa de vino tinto, un buen cabernet sauvignon chileno pero también
hay muy buenos vinos nacionales; los necesito también para no escribir.
¿Te necesito,
amor mío? ¿En verdad te necesito?
Necesito saber si te necesito o sólo es un simple capricho de
estudiantes que juran llamar a eso amor, porque de amor no quiero vivir, quiero
vivir de mi vida, pero en ella meterle pedacitos de amor de ti.
Necesito necesitarte,
pero siempre estás aquí, amor mío. No me dejas libre, no me dejas solo porque
si me dejas solo sabes bien que me invaden los pensamientos más oscuros y
ominosos; pero aun así no me dejas solo, me dejas amarte, hacerte el amor, me
dejas en ti y te escribo, pero me dejas contigo. Déjame solo, quiero saber si
en verdad te extraño como te lo digo o sólo te extraño como trámite para un “te
amo” o verte desnuda caminado
elegantemente por la habitación, nuestro cuarto. Necesito saberme de ti
necesitado por ti, necedad mía de necesitarte, de saber si te necesito o sólo
es capricho. Quiero necesitarte porque de amor, de querer y frases que se
derraman por todos lados hacen de la vida un basurero de sentimientos de
plástico. Amor mío, amor de mí que no sé si necesito, déjame solo un rato, el
tiempo necesario para necesitarte.
No quiero
amarte, no quiero quererte… quiero necesitarte, quiero que me necesites y que
yo te necesite. Al final, verás que no es amor, sino la vida real y eso es
mejor.
-Luis Antonio González Silva-
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