“Me he inventado miles de mentiras;
donde sonrió, donde tú me amas…
donde tú, vuelas a mi lado…”
Paulo C. Hernández Tovar
@_detuamor_
I
Estoy aquí como un hombre,
como la representación de
todo hombre enamorado
que viene a luchar por
alguien;
vengo a luchar por ti, porque
no te vayas.
Tengo mucho que aprender de
ti,
no será fácil, no quiero que
lo sea
pero tengo tiempo (el
suficiente)
para ir conociéndote, amándote
más,
tal vez no siempre
porque el siempre se va de
las manos
para caer en la ironía.
Cometo errores,
no soy perfecto y no quiero
serlo
(sobre todo para ti), dejar eso que guardo
sólo para mí:
que te miro sin que te des cuenta
la silueta de ti al caminar,
tengo fantasías y lujuria por tu cuerpo
cuando te vas a trabajar,
que logro llorar emocionado
cuando me dejas notas en el espejo,
la forma en cómo recuerdo
aquellas bromas que me haces para que sonría…
Soy un hombre enamorado
que viene a ti,
arrepentido por no comprender más allá,
por creer y suponer,
por no saberte escuchar…
con el corazón en la mano
vengo a decirte que me merezco
una oportunidad.
II
—No, no puedo —dijiste con
los ojos inundados.
Todo estará bien, dije que
estará bien
pero no dije cuándo sucederá
porque desde entonces
comencé a caer en un abismo
donde mis alas se negaron a
volar;
mañana será diferente,
lo repito para convencerme
y no saber de ti en cada
nube,
en cada ráfaga de viento
que toque mi rostro
pidiendo respuestas al mirar
al cielo.
Te fuiste, no estás,
intenté convencerte
pero mi voz no llega,
la distancia se acrecienta
y mis palabras
sólo tienen dos palomitas
azules
que mueren en la soledad
sin su respuesta.
Afuera llueve, llueve mucho
tanto como mis ojos
que exigen tu mirada.
III
Llevo algunas noches
durmiendo con tu recuerdo
a un lado de mi almohada,
y tu recuerdo me dice que no
me vaya,
que te abrace fuertemente,
que no te irás cuando llegue el alba;
me dice tantas cosas,
riendo en todos lados de mi
casa
para ir inundando con mis
lágrimas
los rincones que tocaste,
enjuagándote de mis memorias.
Estoy cansado, ¡basta!
No quiero seguir pensando en
ti
y que se me desborde la
lluvia por la mirada;
no quiero, ya no más, ¡que se
detenga!
No quiero llorar al decir tu
nombre
porque antes suspiraba y
sonreía al tocarlo con mis labios.
Ya mañana (tal vez) será
diferente
pero ese mañana no llega
y con cada día
tu recuerdo, ése que duerme a
un lado de mi almohada,
se va haciendo polvo,
se va, se desvanece...
dentro de poco
también tu recuerdo
se habrá ido como lo hiciste
antes de que llegará el alba.
IV
He olvidado cómo eres,
olvido que te he olvidado,
que he dejado de inventarte
dentro de mis días
por miedo a vivir una mentira;
olvidé tu figura en mis
manos,
desperté, despierto sin
llorar,
sin pensar en llamarte
con una excusa de pizarrón
para convencerte;
dejé de escribirte,
dejé de pensarte,
dejé de llorarte,
dejé que tu recuerdo se fuera,
que no regrese, no más,
aquí ya no hay espacio
para reinventarte
ni para soñarte.
Pensé (tontamente)
que dejaría de recordarte
pronto
pero fueron noches difíciles
donde mi piel se abrazaba a
mi alma
tratando de buscar el calor
de tu cuerpo
que siempre imaginé
para convencerme que estabas
ahí.
Te inventé, me inventé
miles de finales felices
que daban paso a miles de
comienzos,
donde llorábamos en un beso,
donde nos hacíamos viejitos, juntos,
donde todo era una mentira
que curaba mis heridas.
No sé dónde estés,
estás lejos, yo de ti también,
no queremos saber más,
estás bien, yo también, al fin.
V
Nunca te olvidaré
pero ya no duele pensar en
ti
ni le tengo miedo a que llegue el alba
--------------
POEMA: Antes de que llegue el alba
AUTOR: Luis Antonio González Silva
#CazandoMusas
-----
Verso al inicio de Paulo César Hernández Tovar, poema “Siempre
reinventando”, del libro: Entre tus manos. Antología de poesía
hispanoamericana.